Las balsas salvavidas son dispositivos de seguridad esenciales en cualquier embarcación, diseñadas para proporcionar un refugio seguro en caso de emergencia en el mar. Se presentan principalmente en dos formatos para su estiba: en saco o en contenedor (rígido), y la elección entre uno y otro depende fundamentalmente del lugar y las condiciones de almacenamiento a bordo.
Balsa Salvavidas en Saco
Una balsa salvavidas en saco (o bolsa flexible) está diseñada para ser protegida de la intemperie. Esto significa que debe guardarse bajo cubierta en un lugar seco o en un cofre estanco si se ubica en cubierta. Su formato flexible permite una mayor adaptabilidad en espacios reducidos, pero requiere una protección adicional contra los elementos para asegurar su durabilidad y correcto funcionamiento.
Balsa Salvavidas en Contenedor
Por otro lado, las balsas salvavidas tipo contenedor se presentan en una caja rígida (generalmente de fibra de vidrio). Están diseñadas específicamente para ser guardadas en cubierta, a menudo sobre una cuna de acero que se monta de forma fija. El contenedor rígido ofrece una mayor protección contra la intemperie, los golpes y la exposición directa al sol y al agua salada, lo que las hace ideales para una estiba permanente en el exterior de la embarcación.
En resumen, la principal diferencia radica en el tipo de protección exterior y, por ende, en el lugar de estiba recomendado. Las de saco necesitan un ambiente protegido, mientras que las de contenedor están pensadas para soportar las condiciones del exterior.